acerca de café kino
Juan Barba, socio de Café Kino, en el local.
Café Kino comenzó su andadura hace ya dos años con la participación en el proyecto de tres socios. Tras realizar varios viajes por el mundo, sus fundadores, que habían descubierto iniciativas similares en países como Estados Unidos o Vietnam, decidieron importar la idea al madrileño barrio de Lavapiés, concretamente a la calle Olivar.
Juan Barba nos ha revelado algunos secretos del surgimiento de esta curiosa sala de cine que dice adiós, por el momento, a la comunidad de Madrid.
-¿Cómo surge la idea de un café con cine?
Llevamos algo más de dos años con Café Kino. Fuera de España, en países como Vietnam y ciudades como Austin, en Estados Unidos, descubrimos espacios muy parecidos. En Madrid comenzaban a despuntar modelos de negocio mixto, como las cafeterías- librería, que tenían la ventaja en que una parte se apoyaba en la otra. Al gustarnos el cine y descubrir esa opción todo vino dado, todo encajaba.
- ¿Cuál es el plan que ofreceis?
La idea es, según la hora que sea del día, combinar el desayuno, la comida, la merienda o la cena con el visionado de una película. Pasa mucha gente por el Kino y tenemos públicos que, aunque vengan al mismo sitio, buscan cosas diferentes. Existe esa parte que se anima porque, al ser hoy en día ir al cine casi prohibitivo, nuestro precio es mucho más económico, de solo dos euros por sesión. Además solemos poner películas de calidad y de relativa actualidad, ya que proyectamos filmes estrenados en las grandes salas el año anterior. Un ejemplo es Nebraska, de 2014, que tenemos ahora mismo en el ciclo del mes. Luego están los que vienen no por el precio, sino por la experiencia de ver el cine de otra forma.
-¿Existían ventajas para los clientes más fieles?
Sí, hasta hace poco teníamos bonos de socio de un día, con los que se accedía a todas las películas que proyectábamos esa jornada por dos euros. Resultaba un precio muy competitivo. Además nunca llegamos a subirlo, ni siquiera con problemáticas como el IVA cultural. También teníamos bonos que iban desde el mes hasta el año.
-¿Vuestro proyecto ha colaborado con algún otro del sector?
Sí, claro. Todo este tiempo hemos colaborado con una revista de cine que se llama 'La Crítica' y el videoclub 'Ficciones', de la calle Doctor Cortezo. Una forma de colaboración se materializaba en ese bono mensual del que hablaba, que daba ventajas respecto a ambas plataformas. El precio eran 20 euros, y con él el cliente tenía acceso a todas las sesiones de cine del Kino esa temporada, 'La Crítica' de ese mes y cinco alquileres del videoclub.
-¿Cómo es el proceso de elaboración de los ciclos?
Pues depende. Algunas veces surgen por efemérides, como fue el caso del aniversario de la caída del Muro de Berlín, por ejemplo, temática a partir de la que elaboramos un ciclo, o las proyecciones estacionales de invierno o verano. Los típicos. Y otras porque sacamos temas del cajón de sastre que tenemos. Tuvimos uno, por ejemplo, que era "Grandes enemigos". Es un tema que realmente te permite poner de todo un poco, y como ese hay muchos. Si no se nos ocurre nada concreto llegado el momento intentamos poner las pelis que nos gustan o que nos apetecen, haciendo el proceso a la inversa y enlazando las películas a un tema, y no al contrario.
-¿Por qué se acaba esta aventura?
Al principio éramos tres socios los responsables del proyecto. Hace unos ocho meses pasamos a ser dos, y esto complicó las cosas, porque tienes que ofrecer lo mismo siendo menos personas las encargadas de llevarlo a cabo. Dejarlo es un tema de sobre todo horas de trabajo y de sacrificio, al final uno se ve metido en un exceso de trabajo y la conclusión es que lo conveniente es dejarlo. Esto no quita que Café Kino es genial, la sala siempre está llena y funciona bien. Sí creo en este tipo de negocio mixto, he visto con mis propios ojos que tiene sentido.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En los siguientes vídeos los dos socios que hasta hoy han sacado hacia adelante Café Kino nos cuentan en profundidad el sentido del proyecto, las alegrías y las penas que les ha reportado y, en especial, explican el porqué de que este modelo de negocio funcione a las mil maravillas en una gran ciudad como Madrid.

CAFÉ
KINO
